IMPARCIALIDAD Y BUEN ASESORAMIENTO EN LOS SEGUROS DE MI EMPRESA: LAS CORREDURÍAS DE SEGUROS

Desde muy joven sentí atracción por dos ideas, la primera ser empresario, organizar mi propio negocio, trabajaría para mí mismo, los beneficios de mi trabajo los repartiría a mi criterio y sobre todo que me sentiría a gusto y motivado con ello.

La segunda, ser capaz de vivir de mi pasión por la cocina. Unir ambas pasiones es uno de mis grandes placeres, al igual que mi padre, que fue la persona que me inculcó este amor que tengo por la gastronomía. Todos los fines de semana le ayudaba a preparar las comidas familiares que “cocinaba en su cabeza” a lo largo de la semana y no podía recrear entre semana porque se dedicaba a otro trabajo que solamente le reportaba un salario, pero nunca le llenó vitalmente. Con él aprendí trucos culinarios y fui aumentando mi conocimiento a medida que pasaban los años, de la mano de otro maestro cocinero, quien también me enseñó, no diciéndomelo directamente sino por su propia experiencia, que en la vida se está más cómodo si nos dedicamos a lo que de verdad nos gusta, nos apasiona.

Decidí aplicar sus experiencias y a los 20 años dejé mis estudios de ingeniería y me embarqué en el proyecto empresarial en el que ya llevo más de una década: montar mi restaurante. Lo tenía todo: la pasión por la gastronomía que había mamado de mi padre y su sabiduría, mi maestro me ayudó a crear la idea germen de lo que es hoy el negocio y a desarrollarla; mi madre, interiorista, se encargó de todo lo relacionado con la decoración y elección de los utensilios y demás; y, no menos importante, un pellizco de dinero que procedía de una herencia familiar, lo que se llama “fondos propios”.

Pero los problemas que surgen a la hora de montar un negocio, particularmente en España, son numerosos y van surgiendo día a día, sobre todo los relacionados con la burocracia y el papeleo, sector que desconocíamos todos los miembros de nuestra familia. Y sobre todo, a la hora de montar un negocio que cumpliera unos estándares de calidad. Para estar seguro y legalmente habilitado es esencial desarrollar una adecuada política de seguros, evitando así una ruina económica en el caso de un incendio y también posibles y futuras responsabilidades que pueden aparecer al inicio del desarrollo de una actividad empresarial, cuando todavía uno es inexperto.

No escatimé en pedir consejos a conocidos y amigos cada vez que me reunía con ellos y así fue como al abordar el tema de los seguros, el cual desconocía totalmente, lo dejé en manos de una correduría de seguros, después de indagar e investigar sobre qué compañía de seguros merecía más la pena y comprobar que no todas ofrecían los mismos tipos de productos y no cubrían necesidades que otros me aconsejaban, etcétera, opté por acudir a esta figura, que se podría entender como un intermediario entre el cliente y las demás aseguradoras, porque aparte de no tener un costo inicial sus servicios, podría beneficiarme de sus informes de manera objetiva y precisa, ofreciéndome además productos totalmente acordes con los seguros de empresa, y lo mejor de todo, con un gran conocimiento de los riesgos a los que me podría enfrentar.

Decidí colaborar en la exposición de mi experiencia para animar a tantos jóvenes que hoy no son capaces de encontrar un trabajo, para animarles a que dejen de buscar y que se pongan a pensar en cómo pueden crearse su propio medio de vida, autónomo, profesional o empresarial y concluyo con éstos consejos :

  1. Iniciativa, pasión y el mayor conocimiento posible en el sector que se va a desarrollar.
  2. Viabilidad económica y financiera, sin desmoralizarse detrás de los despachos ni en las ventanillas bancarias. La financiación solidaria funciona si la pasión brota por los poros.
  3. Buen asesoramiento e imparcial, en los aspectos claves de la idea, los foros profesionales son una mina de conocimiento y aglutinan experiencias.

Javier Hernández, empresario de hostelería y emprendedor de negocios.

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